A pocas semanas de la ola de linchamientos que tuvieron lugar en Argentina, donde se llegó a linchar a ladrones atrapados por la gente, el reclamo por la no criminalización de la pobreza suena aún más fuerte.
Edición 34
¡Han capturado la política y se han robado el fútbol!
Desde una perspectiva política de izquierda es necesario votar por Santos, asumiendo que así se puede seguir trabajando en contra de su gobierno y del modelo que dinamiza. Asimismo, se puede ver el mundial sin dejar pasar la necesidad de luchar por un fútbol en el que la magia suceda a la mafia.
Las protestas en la copa mundial de Brasil
Los megaeventos como la Copa del Mundo generan placer para millones de personas e hinchadas de varios rincones del mundo, que es aprovechado para generar un aumento de la tasa de ganancia de grandes conglomerados económicos. Esto no solo genera este efecto unidireccional, sino que crea un momento excepcional para que conflictos sociales, ya existentes en el pasado, se agudicen y se expresen por medio de protestas. El Estado, aunque con múltiples funciones, busca mantener el orden y poder garantizar la inversión y el placer.
Democracia mediatizada: propia de un país telecrático y antidemocrático
El modelo telecrático que nos rige, el cual busca gobernar através de los medios de información, hace creer a las personas que están participando políticamente cuando en realidad solo son objeto de consumo reaccionario, lo cual es propio de un modelo global hegemónico muy bien explorado por el gobierno corporativo norteamericano y que aquí, en el país de Colón, hemos bien copiado, pues en efecto ha habido una manipulación de la verdad y la censura a las opciones políticas divergentes.
En defensa de la abstención electoral
No votar es una opción justificada que sostiene un cuestionamiento de fondo a la legitimidad del régimen político. Ciertamente, podrán existir muchos abstencionistas desinformados, aunque se puede decir lo mismo de muchos votantes que deciden su voto por la propaganda y la manipulación mediática, lo que también es un tipo nocivo de desinformación.
Las dos caras del Mundial de fútbol 2014: poder de Estado y protesta
¿Qué pasará con los estadios de la Copa en lugares sin equipos de fútbol de primera división? ¿Qué sucederá después del mundial con las movilizaciones? ¿Existen alternativas para que estos eventos no propicien el autoritarismo en países emergentes? O por el contrario, ¿los mega-eventos deportivos son por esencia autoritarios? Al final quien sacará más provecho será la FIFA, que no asumirá ningún costo social ni político.
La vida y la muerte en el corazón de la insurgencia zapatista
El 24 de mayo, en La Realidad, Chiapas, se celebró la vida de uno de los compas más entrañables del proyecto de autonomía zapatista, y más de 6000 personas fueron testigos de la “muerte” del comandante Marcos. La vida de uno fue entregada por la vida del otro. La historia va más o menos así.
Hombres, machos y compañeros
Las situaciones que vivimos a diario como mujeres en relación con los hombres, se presentan como un escenario para actuar de manera contundente, pero no necesariamente a partir de considerar a quienes responden a un orden masculino como el enemigo. Son situaciones que distraen el objetivo de la lucha y muchas veces traen el efecto contrario.
Por qué debe la izquierda contribuir a impedir un nuevo gobierno uribista
Votar por Santos no significa renunciar a los idearios de izquierda sino absolutamente todo lo contrario, es crear las condiciones para que estos idearios puedan seguir creciendo, no solamente desde el Congreso, sino desde todos los territorios de Colombia.
¡Seguir en la oposición a Santos!
En tiempos de crisis los revolucionarios no solo luchamos por una sociedad nueva, también lo hacemos para impedir la catástrofe.
La izquierda democrática ante sus responsabilidades históricas
Rehusar hacer todo lo posible para que gane este escenario del mal menor, proponiendo el voto en blanco, la abstención o la libertad de voto, es apostarle indirectamente a la victoria del oscurantismo en una “stratégie du pire” o en una estrategia de la tensión buscando “profundizar las contradicciones”, que históricamente ha fracasado, y tomando el riesgo de mandar en los cementerios, en el exilio o en el silencio temeroso a muchos militantes y activistas progresistas, críticos y de derechos humanos (y sabemos que en Colombia no es una metáfora).
¿Son los abstencionistas y los partidarios del voto en blanco simplemente superficiales, dogmáticos y egoístas?
Los abstencionistas no son simples borregos resignados a su suerte. Muchos de ellos y ellas actúan en función de una memoria derivada de la experiencia, transmitida a veces de generación en generación, y en virtud de la cual las elecciones, con contadas excepciones, son una práctica de las élites intelectuales o burocráticas, de derecha, centro o izquierda, que buscan el voto de los electores para ejercer el poder en su beneficio propio.
¿Debe la izquierda colombiana votar por Juan Manuel Santos?
Pero este argumento que reprocha falta de consecuencia política a quienes llegasen a votar por Santos en segunda vuelta, aunque se base en algo cierto, en sí mismo es absolutamente superficial y profundamente equívoco. Quienes lo formulan asumen, igual que los uribistas que tanto dicen criticar y a los que tanto acusan de estupidez e ignorancia, que el proceso de paz y los diálogos de la Habana son santistas.
¿Frente Amplio por la Paz?
La propuesta de Frente Amplio por la Paz toma fuerza como propuesta de rearticulación de las izquierdas, si y solo si los movimientos sociales se sienten incluidos y encuentran una mayor posibilidad para impulsar sus negociaciones con el Estado, pero también si ese Frente Amplio es capaz de aliarse con las derechas que han calculado que con la paz les va mejor, lo que significa más que una alianza electoral abierta, es decir, la constitución de un movimiento amplio por la paz más allá de los movimientos sociales y las izquierdas.
Elección presidencial 2014: La ley contra el hampa
El 15 de junio de 2014, la segunda vuelta para la elección final del presidente, es histórica para Colombia. No sólo está en juego la posibilidad de poner fin al conflicto armado de los últimos cincuenta años ante la asechanza de los halcones de la guerra. Más de fondo es una confrontación entre la ciudadanía decente, pero escéptica, en contra de la indecencia y necrofilia que caracteriza a los grupos de extrema derecha.
El ajedrez del santo
Mi voto no es ni para Santos ni para Zuluaga, se reserva a las resistencias, luchas y victorias que le espera a la ciudadanía democrática en los siguientes cuatro años.
Campañas sucias y pragmatismo político
El programa de gobierno de Clara López, a contracorriente de los demás, es el único que busca democratizar social, política y económicamente una sociedad estructurada alrededor de un sistema oligárquico de poder, ampliar las libertades públicas y construir las instituciones que garanticen una igualdad de oportunidades y posiciones para todos los colombianos y las colombianas.
La campaña presidencial en Colombia: del tedio a la repugnancia
La paz está en el centro de la elección. El que esa predicación se haya convertido en un cliché, cuando no en slogan de campaña, no le quita su verdad. Sin embargo, es evidente que la paz no puede estar amarrada a un candidato particular, y menos cuando hay opciones mejores para elegir.
Cuando la incertidumbre se hace política
Si algo nos dice este momento de incertidumbre es precisamente que la política, o mejor, las distintas manifestaciones de la política no se reducen a un voto electoral y que necesitaremos una fuerza de transformación de la izquierda que logre consolidar una unidad sólida de oposición que defienda, como hace años con determinación y firmeza, los intereses de los sectores sociales y populares del país.
Paro agrario 2014: radiografía del presente y futuro de la protesta campesina
El movimiento agrario y las expresiones representadas en la Cumbre se encuentran en un momento político que requiere presionar su fortalecimiento, depurar conductas que le restan a la concreción de la unidad y buscar llegar a acuerdos más sólidos, menos inmediatistas, sin que ello implique la pérdida de autonomía e independencia de las organizaciones y procesos.