En este artículo busco interpretar la movilización del pueblo negro en Buenaventura como la apertura de un horizonte anti-capitalista y de-colonizador para el país en el marco actual del postconflicto. La posibilidad de dicho horizonte depende de entender la represión que el Estado ha ejercido contra el paro cívico, de cara a lo que denomino la (dis)continua acumulación originaria del capital en Buenaventura.

Carta pública dirigida al presidente Iván Duque
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Comunicación para la inclusión y la diversidad: 5 elementos para pensar antes de publicar
Carolina Garzón Díaz
