Costa Rica no es el país más feliz del mundo. En lo que sí va ganando Costa Rica es en ingenuidad política y en indiferencia social. ¿De qué otra forma podríamos explicar que el fanatismo religioso-político haya avanzado tanto, y tan velozmente, sin mayor obstáculo, hasta dar un golpe de gracia a la estructura democrática?
Derechos sexuales y reproductivos
Caminando a tientas
Más allá de los intrincados argumentos jurídicos que puedan sustentar sus decisiones, el Procurador –en el marco de la filosofía kantiana– ha abusado del uso de su razón privada, es decir, que sus creencias están pasando por encima de leyes establecidas o interpretadas por las instituciones que tienen esta potestad.