Si durante el gobierno de Cristina Kirchner, la Argentina aparecía en estos discursos como la mejor alumna y discípula del chavismo en tanto continuadora de las enseñanzas de la maestra Venezuela, el cambio de ciclo representado por la asunción de Mauricio Macri no sería otra cosa sino el conjuro contra Argenzuela. En este sentido, la derecha argentina muestra a las claras la construcción espectral del chavismo como aquello en lo que, sin un cambio de rumbo mediante, es inevitable convertirnos.
Mauricio Macri
Un mapeo de las resistencias a seis meses del gobierno de Mauricio Macri
Pasar de la defensiva a la ofensiva implica para los sujetos y sectores involucrados en la resistencia tomar la tarea de la unidad y la articulación y, particularmente, saldar la polarización kirchnerismo-antikirchnerismo en el campo popular a partir de un balance crítico de los últimos doce años.
Deseo de desigualdad y tiempo. Sobre la coyuntura argentina
El PRO se encuentra, en estos meses de gestión, con el progresivo reacomodamiento de actores que conforman el mapa general del país: los sindicatos -cuyas cinco centrales reunificaron fuerzas, por primera vez en muchos años, para realizar la primera movilización masiva, el pasado 1 de mayo-, ciertos sectores de la oposición política peronista, hasta aquí desunida (pero mayoritaria en el poder legislativo) y un creciente activismo social.
La Argentina quiere un “Cambio”
La crisis del Frente Para la Victoria marcó la voluntad de construir un significado alrededor de su cuestionado candidato presidencial, fortaleciéndose palabras como “centro”, “derecha” y “tradicional”.