Desde el poder político se transmite la idea del delincuente como el gran enemigo de la sociedad. Los discursos oficiales y las prácticas cotidianas de las fuerzas de seguridad apuntan a mostrar al criminal como un sujeto desprovisto de derechos. Es como si su supuesto accionar criminal eliminara automáticamente sus garantías constitucionales. La Constitución sólo cobija a “gente de bien”. Las comunidades y los vecinos donde los problemas de seguridad son, sin duda, graves, normalizan esta nueva imagen del enemigo.
Violencia
Ninguna indiferencia ante amenazas a candidatos.
Rodearemos a los candidatos y respaldaremos el libre ejercicio democrático, seguiremos buscando la admisión de las diferencias. No permitiremos el retorno de la guerra.
Profesión peligro
El año 2017 se destaca por haber sido uno de los más violentos para el ejercicio de la defensa de Derechos Humanos en el mundo, con más de 317 víctimas de homicidio, de acuerdo al último informe de la oficina de seguimiento Front Line defenders
Las violencias de la normalidad
No hay violencia en singular sino diferentes tipos de violencia que a veces se enfrentan directamente, operan autónomamente para asegurar diferentes intereses, se legitiman como prevención de más violencia, o se oponen asimétricamente.
Una oda para las FARC-EP: El legado de Esquilo
Decir que las FARC-EP tienen razones que la democracia debe escuchar no significa olvidar que también han protagonizado una violencia excesiva, como excesiva ha sido también la violencia que han sufrido a manos de militares y paramilitares. Tampoco significa justificarla. El tránsito de la guerra a la política no necesita abreviar su historia para que de la guerrilla solo quede su lucha por la igualdad y el campesinado y no su participación en el narcotráfico y el secuestro.
Paz, violencia socioeconómica y justicia social ¿Qué esperar de la negociación?
De la negociación de paz puede y debe esperarse un compromiso de los actores negociadores en cuanto a la suspensión de toda forma de violencia. Por su parte, la construcción de la paz implica un proceso mucho más complejo, asociado al desmonte de los órdenes de violencia y a la emergencia y visibilización de viejos y nuevos conflictos redistributivos en el país.