Con los diseños que se proponen, se ignoran los principios y recomendaciones básicas de la ciencia de la conservación. Los mapas mencionados, si se evalúan en un ambiente netamente académico, deberían ser una de las causas para que se archive por improcedente, tendenciosa y mal fundamentada la propuesta de realinderamiento de la Reserva Thomas van der Hammen.
Enrique Peñalosa
Nuevo Round en Defensa de la Reserva Thomas Van Der Hammen
La defensa de la RTVH no consiste en aislar la reserva, no tiene por objetivo hacerla intocable, al contrario debe consistir en intervenirla para protegerla, conservarla y desarrollarla en función de lo que necesita la ciudad, la biodiversidad y el ambiente de Bogotá; la pregunta es ¿esta propuesta garantiza ese propósito?
El lenguaje incluyente: cuestión que no es sólo de género
Queda en evidencia que la preocupación por el lenguaje no es de ninguna manera un asunto menor, y que darle prioridad al lenguaje no opaca ni desdibuja otros elementos de las políticas públicas. Al contrario, la discusión sobre el lenguaje aporta decididamente en esa lucha por avances en la inclusión social y muestra de eso es el debate que la decisión sobre el distrito capital ha generado. Hoy la ciudad está pensando no solo en el lema, sino en cómo es de importante evaluar las políticas sobre mujeres de la Alcaldía Mayor y cómo eso parte incluso de sus acciones comunicativas.
El centímetro de Peñalosa: un engaño para Bogotá
Así que pendientes, el concejo de Bogotá nuevamente tiene en sus manos el futuro de la ciudad, y aunque Peñalosa espera mejorar su imagen con este trencito para Bogotá y salvarse así de la Revocatoria, son los concejales los que tienen en juego su pellejo en esta oportunidad.
Bogotá: ¿pública o privada?
Sin embargo, existe una contradicción entre el beneficio privado y público en la expansión urbana. Y en ningún caso es más evidente que en los debates ambientales. Claramente, la consolidación de la Reserva Van der Hammen les traería pocos beneficios económicos a los dueños de las tierras, puesto que no sólo no serían urbanizables, sino que se les comprarían a bajo costo. Ni los bancos ni los constructores harían negocios. Miles de familias no serían propietarias de los apartamentos que se construirían.
Del elitismo y el populismo en Bogotá
Bogotá vive la expresión del populismo de derecha no sólo caracterizado por la retórica, la desinformación, la agnotología y la propaganda sino por el gasto inmenso para mantener a esa clase política tradicional en el lugar en el que se encuentra desde hace décadas
Bogotá más desigual para todos
Las políticas implementadas por esta administración han impactado negativamente a los y las bogotanas, ya sea porque han disminuido la capacidad de ingreso de las familias bogotanas o porque han incrementado el costo de las necesidades básicas.
En defensa del “cono”
Mientras unos defienden al cono y otros le recriminan, un joven funcionario encargado de aplicar una controvertida campaña de Peñalosa es víctima de la mofa, el bullying y los memes que inundan las redes sociales. Tal vez es la misma mofa y vergüenza que sienten los ciudadanos con campañas como esta.
Revocatoria y democracia: el difícil camino de la participación ciudadana en Colombia
Los defensores del Alcalde manifiestan un rechazo absoluto a la revocatoria con argumentos baladíes, como que Peñalosa es un gran administrador, urbanista y conocedor como ninguno de la ciudad y su problema es que no sabe comunicar o que es mal político. Si todo esto fuera cierto, no habría de que preocuparse porque convocados los ciudadanos en un proceso electoral, con una buena campaña de información, ratificarían su mandato.
¿Bogotá mejor para todos y lucha de clases? ¡Sí, por favor!
Ante la actualidad habrá que defender las firmas y el sentimiento de indignación en la calle con vistas a la articulación de un movimiento ciudadano con vocación de poder. Así pues habrá que pensar que la Bogotá mejor para todos requiere que pensemos en la lucha de clases como forma de pensar la política, ganarle el espacio a esa rosca que se ha beneficiado pasa descreer y crear nuevas formas de gobierno es una apuesta del ciudadano de a pie, así que ¡sí, por favor!
Bogotá mejor para la vista fascista
No puede haber un problema más grande y absurdo que el hecho de que un ser humano vea a otro como un problema: ocultar a quien, tras las fachadas indolentes del desechable, del improductivo, de la contaminación visual y del “espacio público”, entre otras, no es más que otro yo, es ocultar mi humanidad misma.
Bogotá: ¿Urbanización (in)sostenible?
En un momento tan crítico en la historia del país, es necesario revaluar la creencia generalizada de que sólo las ciudades “traen progreso” y que la gente vive mejor en metrópolis cuyos problemas de transporte, ambientales, y de escasez de servicios son en muchas ocasiones inmanejables. Si se le espera dar una oportunidad al campo colombiano como eje de desarrollo económico y social, la construcción de macroproyectos en ciudades caóticas y desiguales como Bogotá posiblemente no son la respuesta adecuada de autoridades distritales, constructores y urbanistas a la problemática nacional.
Palabras, palabras, palabras de Enrique Peñalosa
En la actualidad, el usuario que cancele el pasaje de $ 2.200 en TransMilenio tendrá la posibilidad que el vehículo “Bus Rapid Transit” se parta en dos, se incendie mientras transita y si se vara un articulado, Peñalosa increpa y responsabiliza al conductor: “Qué pasó ahorita ¿Preciso en este? Mucha casualidad ¿Cómo es el nombre suyo?”.
La gestión del espacio público de Peñalosa en cuatro ideas. Algunas características de la ciudad neoliberal
¿Por qué continuar con un alcalde que gestiona nuestro espacio público como espacio privado y para el negocio?, ¿para qué continuar con un alcalde que propone una ciudad en la cual no me puedo encontrar con la y el otro? Y finalmente, ¿cómo seguir con un alcalde que hace de la administración de nuestra ciudad su propio negocio?
¡Lo ancho pa’ ellos y lo angosto pa’ uno!
A la aristocracia y a los empresarios de la construcción y del sector inmobiliario los felicito, porque con Enrique Peñalosa Londoño lograron su propósito: ¡Recuperar Bogotá! Y lo hicieron con los votos de miles de ciudadanos, muchos de ellos perjudicados por las medidas de Enrique.
“Peñalosa, el alcalde incomprendido”
No es seguro que las iniciativas para revocar a Peñalosa prosperen, pero de tener éxito podrían darle una lección muy necesaria a las élites políticas de este país: para gobernar hay que comprender al pueblo.
Democracia selectiva: sobre la revocatoria a Peñalosa
Se puede también dar un debate de fondo sobre la naturaleza y características de los mecanismos de participación ciudadana como la revocatoria, pero no basado en el oportunismo de la conveniencia de las élites y sus editorialistas, que respaldan al actual alcalde de Bogotá.
Revocatoria al mal gobierno
Peñalosa representa el modelo de ciudad contrario a los derechos ciudadanos, su modelo de desarrollo urbano representa a constructores y especuladores del suelo, busca imponer un modelo de ciudad excluyente, orientado a los negocios, la generación de rentas del suelo para particulares, la inversión de capital y la obtención de utilidades económicas privadas.
“Bogotá mejor para godos”: ¿cultura ciudadana? No, gracias
Si de lo que se trata es de construir una ciudad para el posconflicto, “una ciudad de las víctimas”, es necesario dejar de lado la cultura ciudadana por basarse en un esquema de inculpación individual que concibe a los ciudadanos como menores de edad, que deben ser educados y castigados.
Tecnocracia, ignorancia y propaganda
Existe una tensión alrededor del uso propagandístico de la experticia. Por un lado, la figura del experto ha servido como mecanismo para diferir las preocupaciones e intereses populares y así postergar el compromiso democrático. Por el otro, el rechazo a la experticia y a la investigación plantea al experto como un enemigo abstracto y promueve la desinformación y la ignorancia. Ambas estrategias apuntan a rehuir y evitar la autonomía deliberativa y a sortear el funcionamiento apropiado de la deliberación democrática. La lucha contra la propaganda tecnócrata no es la lucha contra la experticia, sino contra la propaganda.